El mundo del ajedrez ha quedado este martes conmocionado al conocer la muerte de la promesa rusa Ivan Bukavshin, fallecido con solo sólo 20 años a causa de un derrame cerebral, según ha informado la Federación Rusa de Ajedrez en su página web.
Era sólido jugando, pero capaz de actuar con la finura necesaria en momentos cruciales. Nacido en 1995 en Rostov, se inició en el ajedrez a los cuatro años cuando su padre le enseñó las reglas de cada pieza. Un año después ganó su primer campeonato.
En 2014 fue campeón de Rusia en la categoría junior, un título que supo defender el año pasado. Tenía, además de talento, un conocimiento enciclopédico sobre el ajedrez, además de un profundo sentido del trabajo.
El portavoz de la Federación de ajedrez rusa, Kirill Zangalis ha dicho que «se puede asegurar en un 98% que fue debido a un accidente cerebro-vascular». Zangalis precisó que vio por última vez a Bukavshin a mediados de diciembre. El joven campeón parecía entonces en perfecto estado de salud. «Se sintió mal, le dolía la cabeza, intentó levantarse y se desplomó», declaró Zangalis respecto al joven maestro.
En el momento de su muerte estaba en la ciudad rusa de Togliatti, entrenándose en una concentración de ajedrecistas. La federación rusa no ha facilitado más detalles sobre la muerte del jugador. Bukavshin había nacido en la ciudad de Rostov el 31 de mayo de 1995 y desde el 2011, con tan solo 16 años, ya ostentaba el título de gran maestro. Fue campeón de Europa en las categorías sub 12, sub 14 y sub 16. Hace apenas un mes había conquistado la prestigiosa Copa de Rusia. «La familia del ajedrez ha perdido a uno de los mejores maestros jóvenes», dijo en su cuenta de Facebook el presidente de la Asociación de Ajedrez Profesionales, Emil Shutovski, para quien la actitud reflexiva de Bukavshin hacia el ajedrez no era nada típica de un jugador tan joven como él.
Tenía brillos de Anatoli Karpov, aunque él admiraba a «maestros imaginativos» como Viktor Korchnoi. Otros compañeros ajedrecistas rusos como Serguei Karjakin lo definieron como un «joven maestro», mientras que desde EEUU la jugadora georgiana-estadouidense Nazí Paikidze-Barnes recordaba cómo se topó con él en su primer torneo en Moscú en 2007: «Habíamos sido amigos desde entonces».
Bukavshin, clasificado puesto 92 en el ránking de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), fue quinto a nivel mundial entre los juveniles. El mundo del ajedrez ha perdido un gran nombre pero además el descubrir en qué tipo de jugador se habría convertido en caso de haber podido seguir madurando y perfeccionando su táctica.
Fuente: elmundo
