Por Carlos Ilardo
Dada su hiperactividad en la escuela, sus padres consultaron con un profesional que les aconsejó que probara con el ajedrez; es una de las grandes estrellas de la actividad local.
Cuando Sebastián Iermito tenía 9 años, sus padres, José y Silvia, fueron citados por la maestra de grado por la conducta hiperactiva del niño; el pequeño se aburría continuamente en clase y distraía a sus compañeros. La preocupación los llevó a efectuar una consulta médica, y el diagnóstico trajo aparejado un método milenario para su curación. El profesional le aconsejó al niño: «No estaría nada mal que practiques ajedrez». Acaso porque se trata de una actividad que entre otras virtudes activa la concentración y la memoria, que controla la impulsividad y el respeto al rival -un jugador no puede volver a jugar hasta que lo haga su adversario-, que mejora la postura corporal, desarrolla el hábito del estudio, y de la que no sabe de contraindicaciones, el desenlace de esta trama tuvo un final feliz.
Ha pasado más de una década del recuerdo, a lo largo del tiempo el joven, nacido en San Isidro hace 23 años, ahora vecino del barrio de Recoleta, y desde siempre hincha de Boca, acopió, producto de su dedicación y esfuerzo junto a los trebejos, un envidiable currículum con la conquista de títulos locales e internacionales. El último sábado sumó por primera vez, el de campeón Metropolitano; Sebastián Iermito, el nuevo Rey de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
«El tema era que cualquier cosa que hacía en la escuela me aburría; no tenía problemas de conducta pero recién cuando descubrí el ajedrez me comencé a tranquilizar y a concentrarme en lo que hacía. Es increíble lo que digo, pero fue así» recordó el flamante Rey a LN Deportes, tras la conquista del certamen que convocó a 18 jugadores y que se disputó entre el 15 y 23 de Julio en el Palacio de Aguas Corrientes (Av. Córdoba 1950), con el arbitraje de Igor Dubrovich y Mario Tejera, bajo la supervisión de la Federación Metropolitana de Ajedrez, que preside Alejandro Sass.
Consultado sobre su relación con el ajedrez, Iermito completo: «Yo analizaría el tema en dos partes por un lado en lo estrictamente referido a mi forma de jugar, tengo un estilo muy paciente, no me desespero, no me pongo ansioso y mientras sepa que la victoria va a llegar no me importa estar jugando 4 horas o más. Hace poco leí un libro donde el autor decía «lo importante en una partida es conseguir la victoria, no importa en cuánto tiempo llegue». Y por otro lado me sigue costando quedarme quieto cuando mi rival piensa, por eso generalmente me levanto para ver las otras partidas mientras él hace su movimiento».
– ¿El ajedrez, te resultó una herramienta útil para tu estudio y trabajo?
– En el estudio me ayudó a ganar concentración, más capacidad de memorizar cosas y facilidad con los números. Para estudiar Ciencias Económicas eso fue una ventaja. En cuanto al trabajo, tal vez me predispone a enfocarme en un objetivo hasta alcanzarlo. Creo que el ajedrez es muy bueno y desarrolla muchas virtudes.
– ¿Y por qué jugaste este Metropolitano?
– Porque se dieron muchas cosas que me incentivaban. Se trataba de mi primera vez en un Metropolitano, además, lo podía jugar porque había terminado el cuatrimestre en la Facultad (estudia Ciencias Económicas) y el lugar de juego era el mismo donde trabajo diariamente. Fueron muchas coincidencias. También lo tomé como una preparación para los dos próximos torneos que jugaré en agosto (el magistral Gráfica Yael y la Copa Mercosur) donde intentaré hacer las dos normas de Gran Maestro que me faltan para el título (son necesarias tres)», dijo Iermito, campeón argentino en la categoría Sub10 (en 2001, 2002 y 2003), Sub 12 (en 2005) y Sub 20 (en 2013); además fue campeón Panamericano, en Sub 10 y Sub 12, y Sudamericano en Sub20, hace tres años.
– ¿Qué te pareció el torneo y cómo evaluás tu juego?
– El torneo me pareció excelente, por las condiciones brindadas a los jugadores, el lugar, el catering, los muy buenos premios. Todo ha sido producto de un gran esfuerzo de Alejandro Sass, presidente de la Metropolitana y compañero de trabajo ¡que se sienta a mi lado todos los días! (risas). Y también de su equipo de trabajo. Pero fue una pena que en la misma fecha se disputara el Campeonato Argentino Superior, porque le quitó fuertes jugadores. El punto débil fue la falta de difusión por parte de los clubes afiliados a la Metropolitana. En cuanto a mi juego me pareció bastante bueno teniendo en cuenta que hacía más de 6 meses que no jugaba una partida pensada. No afronté posiciones peores, casi no cometí errores, conduje correctamente las posiciones ventajosas y eso fue suficiente para ganar el torneo.
Sobre el final, Sebastián Iermito, representante de Obras AySA en la conquista de las campeonatos de la Liga Nacional (2013 y 2015), que participó en tres campeonatos mundiales: Grecia 2003 (finalizó 15°), Francia 2005 (fue 5°, y en la última rueda empató con la actual campeona mundial femenina, la china Hou Yifan) y Turquía 2013 (38°), y fue subcampeón del Argentino Superior (2010 y 2013), contó cómo transcurre un día en su vida.
«Los días de semana me levanto a las 8 y, desde las 9 hasta las 15, estoy en mi trabajo en el Departamento de Patrimonio y Conservación de Parques y Jardínes, en el Palacio de Aguas Corrientes, en AySA. Acá realizo tareas administrativas vinculadas al mantenimiento y relevamiento de los espacios verdes de las distintas Plantas y Distritos de la empresa. Después almuerzo en casa, descanso un rato y alrededor de las 18 (siempre y cuando no tenga nada que hacer de la facultad, me faltan 10 materias para recibirme de Contador Público en la UBA) me dedico a ver partidas y libros, para mantenerme actualizado con el ajedrez. La idea es priorizar el trabajo y la facultad pero buscando un equilibrio de no dejar de hacer lo que me gusta».
– ¿Te queda algún sueño con el ajedrez?
– Mi sueño y objetivo serán siempre llegar a ser gran maestro; me preparo para ello y no renunciaré hasta lograrlo.
Sebastián Iermito, un joven talento que descubrió el ajedrez por prescripción y al que aprendió a amarlo con convicción. Toda una pasión.
Fuente: lanacion