Tras las dos primeras partidas, la final del Mundial de Ajedrez llega igualada al descanso del domingo (1-1). El lunes, tercera partida.
El comienzo de la segunda partida en el Campeonato Mundial de ajedrez no podía haber sido más prometedor: para empezar, la larga de cola de gente que esperaba para entrar al recinto donde se disputan las partidas resulta sorprendente en una ciudad como Nueva York, acostumbrada a los grandes espectáculos, y más si tenemos en cuenta que los precios de las entradas no son precisamente baratas: de 75 dólares la más básica, hasta 3000 por un pase premium.
Karjakin, con blancas, abrió con 1.e4, y la apertura hacía prever que veríamos un combate interesante, pero el cambio de damas en la jugada 20 simplificó en exceso la partida. El ruso pudo forzar el empate en ese mismo momento de haberlo querido, pero intentó buscar la manera de presionar a Carlsen. Este pequeño detalle demuestra la enorme confianza en sí mismo del aspirante, al que no se le han apreciado signos de nerviosismo hasta ahora: todo lo contrario, acompañado de su esposa, parece estar disfrutando de la experiencia. En cambio Magnus, por momentos, parecía incómodo ante el tablero.
Hoy será jornada de descanso, reanudándose el encuentro mañana lunes. En la rueda de prensa posterior a la partida, Karjakin declaró que le vendrá bien el día libre, a lo que Carlsen replicó que si fuese por él, estaría dispuesto a jugar. Da la impresión de que el campeón mundial ha encontrado en Sergey un hueso muy duro de roer, pero más que contrariarle, eso le está motivando.
Veamos la Segunda Partida!
Fuente: elmundo