José Luis Picón
Málaga, España sep 2018 (EFE).- Además de ser un juego con más de 1.500 años de historia documentada, el ajedrez se ha incorporado a la actividad educativa para convertirse en una poderosa herramienta para concienciar a los estudiantes sobre aspectos como la igualdad de género o el acoso escolar.
Éste es uno de los objetivos de la segunda edición del programa aulaDjaque, impulsado por la Consejería andaluza de Educación, tras un exitoso arranque en el pasado curso académico que superó las expectativas más optimistas al llegar a 5.700 docentes y 93.000 alumnos, ha explicado a Efe su coordinador, Manuel Azuaga.
«Era la primera vez que teníamos un juego en el aula en horario lectivo, como herramienta pedagógica», ha resaltado Azuaga, que pese al éxito logrado quiere poner el foco ahora en las nuevos recursos más que en las cifras.
Así, apuesta por que el ajedrez «no sea solo retórica, sino que un profesor lo utilice de forma transversal, para explicar emociones incluso a través de las posiciones en un tablero: Identificar la pieza que está sufriendo o la que puede estar amenazando, porque se pueden identificar muchas emociones a través del ajedrez».
También puede servir en la etapa infantil para trabajar la psicomotricidad, con un tablero gigante en el que los escolares sean las piezas.
«El ajedrez permite simular realidades de la vida o experiencias de acoso en un recreo, que es como un tablero, identificando quién es el acosador», ha apuntado el coordinador del programa.
En materia de igualdad, se ofrece un recorrido histórico en el que se comprueba que la dama o reina es la pieza con mayor valor, algo que «en España ocurre por influencia de Isabel la Católica».
Asimismo, apunta que en el siglo XIX se jugaba al ajedrez en los cafés, donde estaba prohibida la entrada a las mujeres, y hubo «revolucionarias» como Vera Menchik o Sonja Graf «en la lucha por la igualdad de género en el tablero».
«Hacemos ver a los chicos que Vera Menchik era capaz de ganar en torneos a los grandes jugadores de la época, incluidos campeones mundiales, y a partir de ahí abrimos un debate y nos preguntamos por qué entre los cien mejores jugadores actuales no hay una sola mujer y a qué se debe».
El programa tiene abierto hasta el 30 de septiembre el plazo de inscripción del profesorado y este año ofrece como novedad la posibilidad de vincularlo a la iniciativa Proeducar del Ministerio para conseguir recursos.
Además, el programa andaluz contará en este curso con la incorporación de figuras como Damaris Abarca, presidenta de la Federación Chilena de Ajedrez y «voz muy autorizada en la lucha por la igualdad de género» en este deporte, ha resaltado Azuaga.
Aunque otras comunidades como Cataluña, Canarias, Aragón o Navarra tienen programas similares, el de Andalucía es pionero en algunos aspectos como el hecho de contar con una plataforma virtual a través de la que los profesores pueden saber lo que se está haciendo en otras provincias.
«Es un paso importantísimo al ser la primera vez que hay un juego en horario lectivo. Hasta ahora, si un profesor daba ajedrez en los recreos o en su propia clase, podía estar temeroso de que llegara un inspector y tuviera que justificar por qué lo hacía», ha destacado el coordinador del programa.
Eso sí, precisa que no es un programa «de ajedrez competitivo», por lo que hay que «hacer mucha pedagogía con profesores que utilizaban el ajedrez hace tiempo, que tienen que ‘resetearse’ y comprender que esto no es hacer torneos y ver qué chico juega mejor». EFE