No es como algunos piensan, un simple juego, el ajedrez es deporte, ciencia, arte, cultura, herramienta pedagógica y terapéutica; para gente de todas las edades y se lo puede aprender en cualquier momento, las reglas son sencillas, desarrolla la memoria, la atención, la concentración, el pensamiento lógico matemático; aumenta la creatividad; eleva el coeficiente intelectual, la imaginación e inspira la superación personal.
El ajedrez muestra que el éxito premia el trabajo, desarrolla valores morales y la capacidad de predecir las consecuencias de las acciones. Enseña a dominar los instintos y a poder canalizar la energía física y mental en un solo objetivo.
A través del tiempo los personajes más celebres que han existido, como científicos, historiadores, poetas, novelistas, políticos, militares, inventores, médicos, psicólogos, etcétera, han practicado ajedrez y lo recomiendan para el desarrollo integral del ser humano (niños, jóvenes, adultos), es modelador afectivo promoviendo las iniciativas, necesarias para el enriquecimiento mental, cultural, social, moral.
Con más de 30 años como profesor puedo opinar que este deporte tiene una amplia variedad de expresiones que se pueden trabajar, poner en práctica en cualquier entorno: en el área recreativa, como actividad lúdica; en el área deportiva, como la disciplina; en el área educativa, como herramienta pedagógica; en el área de la salud, como herramienta terapéutica, ayuda a evitar y detener el alzhéimer y el síndrome de Tdah; en el área de expresión verbal, como manejo de códigos; en el área de las relaciones humanas, como transmisor de valores; en el área ética, como consolidador de moral y reglas a seguir; en el área preventiva, como prevención y lucha contra la deserción escolar, el alcohol, las drogas, las pandillas; en el área social, como una herramienta para la inclusión social en personas con discapacidad visual, rehabilitación de presidiarios; etcétera.
Recomendaría el ajedrez e invitaría a los gobernantes a que desarrollen proyectos para beneficio de la sociedad ecuatoriana. (O)
Máximo Johnny Granda Morán, Guayaquil
Fuente: eluniverso