Los habitantes del pueblo de ‘Amanece que no es poco’ citaban con soltura aDostoievski, sentían verdadera devoción por Faulkner y acudían a la faena cantando ‘Il Balerino’. Dos provincias más al norte, los vecinos de Hinojosa(Guadalajara) recuerdan con nostalgia los duelos de Karpov y Kasparov, y discuten apasionadamente las legendarias partidas de Bobby Fisher.
Tampoco exageremos: “Hay afición al ajedrez pero lo normal, se juegan partidas en el bar. No esperes nada del otro mundo”, me cuenta por teléfono Carlos Faustino Malo, promotor del II Torneo de Ajedrez con Tractores que se disputará el próximo 20 de agosto en un terreno del pueblo y que culminará con una gigantesca caldereta (gratis) para los 1.500 visitantes que espera ese día la pedanía.
El mecanismo es el siguiente: el 19 de agosto se celebrará en el pueblo un torneo de ajedrez (con tableros normales). Los finalistas se retarán el 20 de agosto en la gran final, jugarán en un tablero (de nuevo, tamaño humano) y sus jugadas serán retransmitidas por radio a dos quads que se encargarán de acercarse a una de las32 piezas (30 tractores y 2 cosechadoras: los Reyes) en el gigantesco tablero, de 26.000 metros cuadrados.
El parelelismo con la estepa rusa no se acaba en el ajedrez. Hinojosa está encuadrada en una de las zonas menos densamente pobladas de Europa (el vórtice donde colindan las provincias de Guadalajara, Zaragoza y Soria), motivo por el que le conoce como la “Siberia ibérica” o bien la “Laponia ibérica”. El acontecimiento mediático-deportivo es, en consecuencia, un grito de S.O.S. de una comarca que “se está muriendo poco a poco”, según Carlos Malo, agricultor y concejal del Ayuntamiento de Tartanedo.
El Torneo de Ajedrez con Tractores se celebró por primera vez en 2012, coincidiendo con los JJOO de Londres, y volverá a hacerlo en 2016, ahora con los (previsiblemente desastrosos) Juegos de Río. “Pura casualidad”, explica Malo, pues el evento de Hinojosa carece de periodicidad: “más bien se celebra cuando la gente de Hinojosa y alrededores pone interés, entre todos lo hacemos posible, sin olvidarnos de que el evento tiene un gran coste económico y no es fácil reunirlo”. Entre los patrocinadores no podía faltar John Deere, la ilustre marca de tractores.
Los organizadores han intentado registrar la partida en el Libro Guinness de los Records, pero los requisitos exigidos “eran inasumibles”. Ya verás como llegan los americanos y nos quitan el récord.
Fuente: strambotic