A 25 años de convertirse en la Gran Maestro Internacional más joven de la historia, repasamos la vida de una mujer dedicada al ajedrez que se abrió paso en un ámbito casi exclusivamente masculino.
Corría el año 1991 y Judit contaba apenas con 15 años y cuatro meses cuando ganó el campeonato nacional de Hungría y le fue otorgado el título de Gran Maestro Internacional de ajedrez. Hasta entonces, nadie en la historia había conseguido tal título a una edad tan temprana (el gran Bobby Fischer lo había logrado a los 15 años y seis meses).
El historial de logros que obtuvo, hasta su retiro en 2014, es larguísimo. En 1996 se ubicaba en el top ten del ajedrez mundial, otro record histórico a los 20 años! En su extraordinaria carrera, llegó a vencer a grandes maestros de la talla de Anatoly Karpov, Alexéi Shiróv, Gata Kamsky, Vishi Anand o Gary Kasparov.
Con este último, quizás el mejor jugador de la historia, hay una interesante anécdota. Dando su opinión a la prensa sobre la joven prodigio, señaló: «tiene un talento fantástico para el ajedrez pero, después de todo, es una mujer. Ninguna mujer puede mantener una batalla prolongada».
Pero en el año 2002, Judit lo vencería en el match “Rusia vs Resto del Mundo”. Era la primera vez que el gran Gary era vencido por una mujer, y se retiró visiblemente enojado. Encima, la tremenda pavada machista que había manifestado, provocó que la victoria de Judit, ya de por sí un hecho histórico y memorable, se maximizara ya que muchos recordaron las palabras pedantes del ex campeón mundial.
Es solo una anécdota, pero de alguna manera, grafica el hecho más importante: Judit entró desde muy joven en la élite del ajedrez mundial y allí permaneció hasta su retiro, en el medio tuvo dos hijos y siguió jugando en el primer nivel.
Porque es un ejemplo no solo para las mujeres ajedrecistas, sino para toda mujer trabajadora. Un ejemplo de que no hay ningún impedimento más que los prejuicios sociales y culturales (mayormente impuestos desde los medios y otras estructuras de control social) para que la mujer esté a la misma altura que los hombres en cualquier tarea o disciplina intelectual.
Sus padres contribuyeron fuertemente a esto ya que inculcaron a las tres hermanas Polgar (Judit es la menor) desde pequeñas a competir en los torneos absolutos en lugar de lo que se acostumbraba que era que las mujeres jugasen solo torneos femeninos. Esto era (y aún hoy, aunque en menor medida, lo sigue siendo) algo muy duro para la mujer, especialmente las niñas ya que el ambiente era muy machista y era una deshonra perder con una mujer. Y sin contar que muchas veces debían soportar a muchos con otras intensiones que solo jugar un partida.
Judit Polgar también ha dedicado mucha atención a la enseñanza del ajedrez y su utilización en la educación de los niños donde este juego aporta importantes beneficios. En 2012 defendió frente al Parlamento Europeo la introducción masiva del ajedrez como materia obligatoria en la Unión Europea. Y en Hungría consiguió que el gobierno lo incluyera en las escuelas como materia optativa.
En el último Match por el título mundial donde el campeón Magnus Carlsen se impuso sobre el retador Sergei Karjakin en las partidas de desempate, Judit fue contratada como una de comentaristas estrella junto a otros grandes maestros. En agosto de 2015, un año después de haberse retirado, seguía a la cabeza del ranking Elo de la FIDE con 2675 puntos. Al día de hoy con ese puntaje, seguiría siendo la número uno, seguida por la joven china Hou Yifan que tiene 2651.
Fuente: laizquierdadiario