Especial, Torre 64.- El triunfo de la delegación de Granda termina una era de casi 23 años, en los que la Federación Internacional fue presidida por el ruso Ilyumzhinov.
Julio Granda, destacado ajedrecista peruano, se convirtió en el nuevo nuevo vicepresidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). El arequipeño fue elegido tras integrar la lista presidida por el dirigente ruso Arkady Dvorkovic.
Después que el inglés Nigel Short se retirara de contienda, la delegación del peruano se impuso en el conteo de votos ante el grupo de trabajo de Kirsan Ilyumzhinov, el ex presidente de la FIDE.
De esta forma, el triunfo de la delegación de Granda termina una era de casi 23 años, en los que la Federación Internacional fue presidida por Ilyumzhinov.
Granda, aseguró que su prioridad es darle otro nivel al ajedrez.
«Me he propuesto mantener mi línea de honestidad y transparencia. Hay que darle al ajedrez otro nivel. Las autoridades y las grandes empresas deben notarlo», señaló.
Las elecciones
Luego de la expulsión de su polémico presidente ruso, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) tuvo que elegir a su nueva autoridad. Georgios Makropoulos, Arkadi Dvorkovich y Nigel Short fueron los tres candidatos que se presentaron para tentar dicho puesto.
Luego de una ardua votación, el ruso Arkadi Dvorkovich fue elegido como nuevo presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Asimismo, se dio a conocer que dentro de su lista se encuentra el campeón peruano Julio Granda, quien ocupará el puesto de vicepresidente.
Cabe precisar que Arkadi Dvorkovich fue viceprimer ministro de Rusia durante seis años y hombre de confianza del presidente Vladimir Putin. Además, también fue el presidente del comité organizador del Mundial de Fútbol de este año.
«Es una campaña electoral complicada con una competencia feroz», comentó hace unas semanas el ahora presidente de la Federación Internacional de Ajedrez.
La FIDE, que cuenta con un presupuesto modesto -3,31 millones de euros de ingresos previstos en 2018-, es una de las últimas instancias deportivas internacionales en la que Rusia conserva su tradicional influencia.
La empresa que organiza las competiciones de la FIDE tiene sede en Moscú y varios de los principales patrocinadores de la organización son rusos.
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