5899 es al número máximo de movimientos que se podría llegar en una partida de ajedrez. 197.742 es el número de partidas posibles después de la segunda jugada, cifra que aumenta estrepitosamente a 121 millones después de los tres primeros movimientos… (Fabel y Riihimaa Bonsdorff. Ajedrez y Matemáticas)… ¿Es realmente asombroso, verdad?
Por eso no es de extrañar que algunos de los matemáticos más celebres se interesaran por el juego de las 64 casillas como Henry Ernest Dudeney, matemático inglés creador de juegos y puzles matemáticos, Abraham de Moivre, francés conocido por sus aportaciones a la teoría de la probabilidad o Leonhard Euler, uno de los más grandes matemáticos suizos de su tiempo. O ingenieros como Torres Quevedo, inventor de un autómata que jugaba al ajedrez.
Pero no hay que ir a los grandes nombres. Cuando se hace una búsqueda de los niños que ganan olimpiadas de matemáticas, no es extraño que también aparezcan en competiciones de ajedrez. Tanto en el juego como en las matemáticas obtienen placer en llevar el cerebro al límite y en ser capaces de poner persistencia, determinación y fuerza de voluntad que es lo que hizo que los matemáticos citados se convirtieran en grandes genios.
La constancia no es una cualidad humana innata sino que necesita de un entrenamiento para ejercitarla. He aquí algunos consejos para comenzar:
1. «La motivación es lo que te pone en marcha, y el hábito es lo que hace que sigas» (Jim Ryun). Antiguamente se pensaba que eran 21 días los necesarios para conseguir que el cerebro humano convirtiera una actividad en hábito, pero un nuevo artículo publicado en European Journal of Social Psychology afirma que son necesarios 66 días…la buena noticia es que tenemos un ¡cerebro modificable! Es decir, podemos aprender, reaprender y volver a aprender a cualquier edad, sólo necesitas esa chispa de motivación para prender tu llama.
2. «La clave para iniciar algo es dejar de hablar y ponerse a realizar» (Walt Disney). Es el momento para emprender aquello que tanto has soñado y aparta frases del tipo «nunca era el momento», «yo no valgo para esto». Márcate metas objetivas, realistas y realizables a corto, medio y largo plazo. Escríbelas en un papel y márcate tiempos para poder conseguirlas.
3. «No se puede ganar a la persona que nunca se rinde» (Babe Ruth). Adelantarse a posibles dificultades que puedan surgir en la consecución de tus metas es fundamental, ya que de esta forma podrás crear tus propias estrategias para hacerlas frente.
4.» Si le tienes miedo al fracaso no mereces tener éxito» (Charles Barkley). Todos los ajedrecistas llevamos tatuada esta frase en nuestro corazón. Perder una partida es un acto que, en ocasiones, es muy doloroso. Pero son estos momentos los que nos impulsan para seguir trabajando más duro…caer, secarse las lágrimas, levantarse y seguir caminando, así de sencillo.
5. «La persistencia puede transformar un fracaso en un logro extraordinario» (Mary Levy). Los intercambios de información que se producen en nuestro cerebro se llevan a cabo a través de un proceso llamado sinapsis. La sinapsis es la unión entre dos neuronas. Cuando aprendemos una información nueva, aparece una nueva conexión; pero cuando dejamos de repasar, viene el debilitamiento de la conexión establecida y con ello el olvido. Es por eso que un aprendizaje gradual y continuo hará que tus conexiones neuronales se fortalezcan. Es mucho mejor un trabajo diario que un atracón a última hora. Los domingos por la tarde son el día perfecto para planificar tu semana de trabajo, pero ¡recuerda! Es mucho mejor un planning realista que puedas cumplir a uno que te cause agobios y acabes abandonándolo.
6.»Partido a partido» (Simeone). No dejes que tu mente comience a divagar con ilusiones futuras del tipo «Y si yo ganara 3 partidas seguidas…». Comienza a centrarte en el reto que tienes delante, en el aquí y ahora. Alejarnos del momento presente sólo restará fuerza a tu potencial pues por un lado no te permitirá dar el 100% de ti y, por otro, te puede producir un sentimiento de fracaso si no alcanzas tu objetivo deseado.
7. «Tan sólo juega, diviértete, disfruta del juego» (Michael Jordan). Los que persisten en el camino hacia sus metas poseen muchos valores: la responsabilidad, la constancia, la disciplina, la fuerza mental…y la ilusión. Amar aquello que se hace es fundamental para triunfar, si no vivimos cada uno de nuestros días como si fuera un juego estamos realmente perdidos…Vuelve a buscar el lado positivo y si no lo encuentras quizá sea el momento de reevaluar cuánto de verdad quieres la meta que te has propuesto y puede ser el momento de cambiar tu objetivo de vida.
En el ajedrez, como en las matemáticas.
Fuente: elmundo