Maurice Ashley, incluido en el Salón de la Fama del Ajedrez. Maurice Ashley tenía 14 años cuando vio a un amigo de secundaria jugando ajedrez y lo retó a un enfrentamiento; perdió de forma brutal, pero surgió en él un romance que lo llevó a no parar de jugar…
Maurice Ashley tenía 14 años cuando vio a un amigo de secundaria jugando ajedrez y lo retó a un enfrentamiento; perdió de forma brutal, pero surgió en él un romance que lo llevó a no parar de jugar desde entonces. Llegaron innumerables horas de competencia contra apostadores en parques de la ciudad, y contra jugadores serios en clubes de ajedrez en Manhattan.
Hubo años dedicados a enfrentamientos cada vez más difíciles en la universidad, y con el paso del tiempo, contra lo mejor de lo mejor en torneos en el país y en el extranjero.
Todo ese trayecto ha llevado a Ashley, de 50 años, a ser pionero en algunos rubros: primer afroestadounidense que obtiene el título de Gran Maestro, y desde el pasado miércoles, primer afroestadounidense incorporado al Salón de la Fama del Ajedrez de Estados Unidos, en St. Louis.
Recibió este honor al arranque el Campeonato de Ajedrez de Estados Unidos, con Ashley en tareas de comentarista. Ashley dijo que cuando recibió una llamada en enero para informarle de que había sido incluido en el Salón de la Fama por sus contribuciones como jugador, entrenador y comentarista, sus ojos se llenaron de lágrimas.
«Para mí, escuchar que había sido incluido por todo lo que he dado al juego, por lo que he hecho para promover el juego, por lo que he hecho para ayudar a gente joven a jugar, y por la inspiración que he sido, ha sido simplemente, absolutamente increíble», dijo Ashley a The Associated Press en una entrevista en, donde si no, el Chess Forum, un sitio donde se puede adquirir todo lo relacionado al ajedrez en Manhattan.
Nacido en Jamaica, Ashley llegó a la dura sección de Brownsville en Brooklyn con dos hermanos cuando tenía 12 años para reunirse con la madre que había dejado a sus hijos una década antes para labrar una mejor vida, trabajando como niñera y posteriormente en una serie de trabajos como empleada de oficina.
Ashley se tomó en serio el ajedrez durante sus años de escuela secundaria y continuó en el New York’s City College. Desde el inicio tuvo una meta. «Me trajeron a este mundo y yo quería ser uno de los Grandes Maestros y eso es todo lo que sabía», comentó.
El proceso de convertirse en un Gran Maestro se realiza bajo los auspicios de la Federación Internacional de Ajedrez, conocida como FIDE por sus iniciales en francés, e involucra obtener puntos y desempeñarse particularmente bien en torneos de ajedrez con participantes de esa categoría.
Al momento en que Ashley se convirtió en Gran Maestro en 1999, había aproximadamente 500 jugadores con el título, según dijo. Actualmente hay poco más de 1.500 Grandes Maestros en todo el mundo, pero Ashley es aún el único afroestadounidense que logró ese estatus.
Ashley, quien se gana la vida a través del juego como jugador, entrenador y autor de libros y videos, dice que quiere ver que más jugadores afroestadounidenses alcancen los niveles más altos. «Se requiere mucha siembra para colocar jugadores en ese sendero», dijo.
Fuente: 20minutos