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Perú.- El ‘tomatodogate’, por Pedro Ortiz Bisso

El equipo peruano tuvo un gran desempeño en la reciente olimpiada de ajedrez en Baku. (Difusión)

La queja de Deisy y Jorge Cori por un “tomatodo y un USB” tras su actuación en la olimpiada de ajedrez acaparó la atención.

Aunque una búsqueda simple en Google arroja 545.000 entradas y su uso está generalizado entre los deportistas, la palabra ‘tomatodo’ no está registrada en el diccionario de la Real Academia de la Lengua. En algunos países se le llama botella de agua y en un diccionario virtual aparece como ‘termo de agua’, expresiones muy genéricas para el contenedor cilíndrico, hecho de plástico, que suelen usar con fines de rehidratación los practicantes de un deporte.

La queja de los hermanos Deisy y Jorge Cori contra el Instituto Peruano del Deporte (IPD) porque les dio un “tomatodo y un USB”, tras su gran actuación en la reciente olimpiada de ajedrez, acaparó la atención del respetable, incluso de sesudos programas políticos que le robaron importantes minutos a la discusión sobre la delegación de facultades legislativas para abordar el ‘tomatodogate’.

El IPD organizó una ceremonia para homenajear a la delegación peruana por su desempeño en el torneo realizado en Bakú (Azerbaiyán), que reunió a los mejores ajedrecistas del mundo. Perú ocupó el décimo lugar en varones, un puesto histórico. Jorge Cori, además, ganó la medalla de bronce en el segundo tablero. Se les entregó un diploma y hubo promesas de más apoyo. En ese interín recibieron los regalitos del escándalo.

¿Merecen algo más que un reconocimiento simbólico los Cori y los demás miembros del equipo peruano? ¡Claro que sí! El problema es que existe un reglamento para la entrega de incentivos económicos y un décimo lugar no está contemplado. Cori ha declarado que esperaba recibir un departamento o un auto. ¿De dónde iba a salir la plata para eso?

El grueso de los logros obtenidos por nuestros deportistas es fruto de esfuerzos individuales, sostenidos en la inversión económica de sus familias y de un puñado de empresas privadas. Pese a ello, a diferencia de lo que comúnmente se cree, el apoyo estatal ha crecido. El propio Jorge Cori recibe unos 3.400 soles al mes, un monto insuficiente para un deportista de élite, pero impensable pocos años atrás.

“El debate del día en el mundo del deporte peruano giró en torno a un tomatodo y un USB. Lo trascendente nos espanta. Lo trivial nos seduce”, tuiteó ayer el periodista Juan Carlos Ortecho con razón. Mientras discutíamos sobre el ‘tomatodo’, la organización de los Juegos Panamericanos tambaleaba. ¿De qué se habló? De la inversión en infraestructura, pero del plan de trabajo para los deportistas que participarán en la competencia, de los recursos que necesitan, se dijo poco o nada.

¿Se ha discutido sobre por qué apenas 14 de los 29 deportistas peruanos que fueron a Río 2016 tenían patrocinadores? 

Tampoco hubo palabras sobre lo que ofrecerá Lima como ciudad a nivel de servicios, sistema de transporte público y seguridad ciudadana.

El ‘tomatodogate’ se llevó la discusión.

Fuente: elcomercio

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