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Iniciación al ajedrez en Educación Infantil y su aplicación al Desarrollo del pensamiento lógico-matemático

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En el contexto educativo actual nos hemos encontrado con algunas debilidades en los procesos de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas de los estudiantes de Educación Infantil a las que debemos prestar especial atención.

La principal dificultad con la que nos encontramos está relacionada con la habilidad para enseñar conceptos matemáticos que desde el punto de vista adulto son naturales y, con la capacidad de poder desarrollar en los niños el pensamiento lógico que los estudiantes universitarios ya tienen integrado.

Otra debilidad reconocida es que los futuros maestros se inclinan por utilizar en sus procesos de enseñanza “métodos” prefijados por los libros de texto, presentando de esta manera problemas a la hora de elaborar diseños didácticos propios y utilizar recursos y juegos que les permitirían enseñar y producir un aprendizaje más significativo, activo y motivador (además de facilitar la atención a la diversidad).

Por otra parte, el trabajo en equipo y el aprendizaje colaborativo así como la funcionalidad de los contenidos teóricos recibidos supone una contrariedad para gran parte del alumnado universitario.

Para resolver las necesidades educativas anteriores hemos realizado un proyecto de innovación docente que promueve diferentes líneas de actuación en las prácticas metodológicas del profesorado universitario.

El uso de situaciones activas de aprendizaje es clave para entender cómo pasar de los conocimientos teóricos al campo profesional, comprender la aplicabilidad de lo que aprendemos o cómo trasladarlo a un ámbito profesional es esencial en etapas universitarias.

Utilizar este tipo de situaciones en el aula, y en cualquier etapa, es fundamental para motivar a los estudiantes ya que aprenden de la manera más óptima, sin darse cuenta.
Por otra parte, el referente didáctico propuesto por el actual Espacio Europeo de Educación se basa en que el profesorado debe desarrollar en los alumnos competencias no sólo genéricas y específicas sino también transversales. En particular, este es el caso de la formación en el trabajo en equipo. En las metodologías basadas en el trabajo colaborativo y cooperativo el alumnado toma conciencia de que forma parte de su propio proceso de
aprendizaje y participa tomando responsabilidades (Álvarez Teruel y Gómez Lucas, 2011).

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Además, la utilización de recursos en el aula para complementar el proceso de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas (y de cualquier materia) tiene consecuencias positivas en muchos aspectos: el alumno se siente más motivado al salir de la rutina diaria; su aprendizaje es más significativo, experimental, eficaz, podemos atender a la
diversidad adaptando los materiales y, además, se adquieren habilidades y destrezas que ayudarán a los alumnos de manera funcional en su vida diaria. La utilización de recursos en el aula se engloba dentro del aprendizaje por aproximación al concepto debido a que en este tipo de situaciones didácticas el contenido se adquiere a través de la experiencia y permite que los alumnos vayan creando y fijando sus propios conocimientos y representaciones
mentales de manera lúdica y llamativa. En este contexto, el uso de materiales manipulativos está completamente vinculado con el área de matemáticas ya que la mayor parte de los conceptos matemáticos (sobre todo los que corresponden a Educación Infantil y Primaria) han nacido de problemas de la vida cotidiana que necesitaban ser resueltos.

El proyecto de innovación docente se ha llevado a cabo como un proyecto de aula, en el que los estudiantes de Educación Infantil diseñaron un plan completo de actividades para iniciar al alumnado de Educación Infantil en el ajedrez, poniendo especial énfasis en el desarrollo del pensamiento lógico y en los conceptos matemáticos inherentes al juego.

Se realizó en el tercer curso del Grado en Educación Infantil de la Universidad de León, curso 2014/2015, con 38 estudiantes. Fue llevado a cabo de manera conjunta entre todas las alumnas y la profesora de la asignatura de Recursos para la enseñanza de las Matemáticas, además de contar con la colaboración de diferentes docentes del
departamentos de Matemáticas. Los alumnos cursaban al mismo tiempo una asignatura obligatoria de matemáticas pero no habían recibido formación previa en la materia desde etapas preuniversitarias.

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El proyecto se ha evaluado de manera práctica mediante tres sesiones prácticas en el Colegio Leonés con niños de cinco años que no habían recibido formación de ajedrez.

Además, para poder valorar la experiencia docente se han realizado varios cuestionarios y una puesta en común con todos los alumnos. El análisis estadístico de las evaluaciones concluye que nuestra experiencia es interesante tanto para los estudiantes universitarios como para los alumnos de Educación Infantil que participaron en el proyecto resultando, para ambos grupos, una situación didáctica activa, divertida y productiva en cuanto a los procesos de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas y el desarrollo del pensamiento lógico.

Motivación y problemas a resolver.

Una de las mayores dificultades con las que se encuentran los futuros maestros en Educación Infantil es la completa asimilación de los contenidos matemáticos que se trabajan en la etapa, lo que les dificulta entender la posición del niño de infantil ante un nuevo concepto que para ellos es evidente. Los estudiantes universitarios tendrán que ser capaces de descentrar su propio razonamiento y aprender a pensar como lo hacen sus futuros alumnos (decentering) pudiendo, de esta manera, realizar un proceso de enseñanza verdaderamente significativo en el desarrollo del pensamiento lógico de los más pequeños (Teuscher, Moore & Carlson, 2015).

Los futuros docentes han de desarrollar la capacidad de enumerar los procesos mínimos de pensamiento que los adultos realizamos, prácticamente de manera automática, al hacer matemáticas, y ser capaces de identificar claramente las fases de la resolución de problemas (Pólya, 1945). La competencia de desgranar los conceptos e identificar las variables esenciales (Dienes, 1981) para adaptarlas y aplicar la variabilidad matemática desde un punto de vista que sea matemáticamente significativo es fundamental para que el proceso de enseñanza y aprendizaje sea productivo para el niño y para el docente (para éste último es fundamental si quiere encontrar los puntos donde el niño tiene dificultades).

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Además, esta capacidad está claramente relacionada con que el profesor sea capaz de reconocer y entender las matemáticas existentes en los contenidos infantiles desde el punto de vista adulto ya que es imposible desarrollar el pensamiento lógico en los niños si el maestro no entiende el desarrollo de su propio pensamiento lógico; quizá porque no lo recuerda, porque tiene una madurez intelectual mayor o porque realmente no ha vuelto a analizar las matemáticas infantiles desde el punto de vista adulto (los futuros maestros se sorprenden habitualmente al comprender que clasificar es un contenido matemático o que las aplicaciones biyectivas se utilizan para enseñar a un niño a contar). Los estudiantes universitarios deben aprender a plantearse qué hay detrás de que 2+3 sean cinco o
reflexionar y valorar la existencia de las herramientas matemáticas que manejan diariamente como por ejemplo el sistema numérico decimal. Comprender el contenido abstracto inherente a los conceptos matemáticos infantiles ayuda a comprender en qué puntos se encuentra la complejidad del proceso de enseñanza.

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