La vecina de Boulogne de 15 años acaba de ganar el oro en los Panamericanos Juveniles. Entrena siete horas semanales y hace otras actividades en su tiempo libre.
A muchos les cuesta creer que con tan sólo 15 años sea dueña de una decena de títulos en el mundo del ajedrez. Es que Anapaola Borda acaba de ganar la medalla de oro de la categoría sub 16 en el Festival Panamericano de la Juventud, en Guayaquil, y no se cansa de coleccionar victorias, pero también tiene tiempo para sus estudios y amistades.
En 2014, su padre se hizo amigo de un profesor de ajedrez que la invitó a ver sus clases. “Al principio me pareció entretenido, pero no lo consideraba un deporte -asegura la vecina de Boulogne-. Comenzó siendo un hobby en mi vida”.
Es alumna de quinto año en el Colegio Ceferino Namuncurá, ubicado a pocas cuadras de su casa, y admite que ama las matemáticas y la informática. “Mi educación es lo principal. Si tengo que dejar de entrenar por una prueba del cole, lo hago”, afirma convencida. Y cuenta que tiene amigas que la apoyan, entienden sus tiempos ajustados y siempre le desean lo mejor.
La joven ajedrecista comenzó a jugar en la Escuela Municipal de Ajedrez de San Isidro, y luego ingresó a la Escuela Municipal de Ajedrez Ruy Lopez, de Villa Martelli. “Entreno siete horas semanales en clases grupales e individuales, y los fines de semana juego torneos”, explica. Aunque busca huecos en su tiempo libre para hacer natación, inglés y vóley.
La primera vez que compitió internacionalmente en los Sudamericanos de Chile coincidió con su primer viaje en avión. “Estaba muy emocionada -recuerda-. En ese momento entendí que el ajedrez se estaba convirtiendo en algo muy importante para mi futuro”.
No sólo es una estratega en el juego, sino que aplica sus mejores tácticas en la vida cotidiana. “Cuando estoy en algún problema o me va mal en alguna materia, muevo piezas y pienso nuevas maniobras para mejorar, como en el tablero”. Su paciencia es lo único que mantiene al momento de sentarse a jugar, después la pierde y le gana la ansiedad.
La campeona sueña con ser reconocida mundialmente y, también, recibirse de ingeniera en Sistemas. “No hay una edad determinada para cumplir los sueños. Sólo hay que esforzarse y contar con el apoyo de las personas que más querés”, concluye.