Guillermo Larregay, profesor de la carrera Ingeniería en Mecatrónica (29 años) junto a los estudiantes Federico Pinna (27) e Isaac Reich (24 años) trabajaron en el desarrollo de un robot “ajedrecista”.
El avance en la robótica está en plena vanguardia y se constituye en una de las principales actividades científicas-tecnológicas de desarrollo de las instituciones de educación superior. La Universidad Nacional de San Luis no se queda atrás en la innovación robótica y muestra de ello es el trabajo realizado en el Laboratorio de Mecatrónica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA).
Guillermo Larregay, profesor de la carrera Ingeniería en Mecatrónica (29 años) junto a los estudiantes Federico Pinna (27) e Isaac Reich (24 años) trabajaron en el desarrollo de un robot “ajedrecista”. A través de técnicas y procedimientos específicos de visión artificial y toma de decisiones, el robot interpreta lecturas de partidas para luego mover cada pieza.
Este trabajo se desarrolló en la sede de la UNSL en la ciudad de Villa Mercedes y se convirtió en la principal estrella y protagonista del lugar. Uno de los estudiantes, Isaac Reich, utilizó parte del proyecto para realizar su trabajo de tesis en ingeniería electromecánica.
“Fue la primera incursión en visión artificial, la idea es luego avanzar en eso”, aseguraron los jóvenes profesionales. Su intención además de aportar al desarrollo tecnológico es demostrar que se puede avanzar en esta área ya que la capacidad de los profesionales y de los estudiantes de la UNSL es excelencia de alto nivel.
Pero esto no fue todo. Para el funcionamiento del robot ajedrecista el equipo desarrolló en paralelo una rueda de luces LED que permitió una iluminación uniforme necesaria durante el proceso de lectura del robot, a lo que se sumó el tablero y las piezas, que fueron elaboradas con la impresora 3D que posee el Laboratorio.
“Los tableros de juguete eran muy chiquitos y los profesionales muy grandes, necesitábamos una medida intermedia”, expresaron los estudiantes quienes añadieron que además se tuvo en cuenta los colores de las casillas, para diferenciar las piezas.
¿Cómo funciona?
Los desarrolladores explicaron que para esta innovación se buscó trabajar con la imagen a través de la utilización de una cámara y un brazo robot similar al que se utiliza en las industrias. A partir de una primera foto tomada se diferencia primeramente qué piezas hay en cada casilla, y se detecta si hubo un cambio respecto de otras jugadas.
El brazo de color naranja tiene una pinza que le permite mover sus piezas o comer las del adversario y hacer sus jugadas. Sobre él está montada una pequeña cámara (es una web-cam) y una minicomputadora que tiene el software con el juego de ajedrez y posee los comandos necesarios para indicarle qué movimientos hacer. Cuando el humano mueve su pieza aprieta un pulsador para indicar que finalizó la jugada, el robot entra en acción y se eleva para tomar una fotografía de todo el tablero y “leer” la jugada, luego resuelve y realiza su propio movimiento en apenas segundos.
Fuente: infomerlo
