A dos partidas del final del certamen, el campeón mundial empató la serie en 5 puntos por bando.
Se sabe que el ajedrez, en su práctica en la alta competencia se trata de un deporte cruel; los prolongados plazos de concentración (cada sesión de juego rozó las seis horas de partida, ayer fueron casi siete) demandan un alto grado de exigencia física, influye en el sistema nervioso y el cardiovascular también. Acaso, un conjunto de todo ello anoche hizo eclosión en el organismo del ruso Sergey Karjakin , que venía dominando sorprendentemente el duelo ante el campeón mundial, el noruegoMagnus Carlsen , y que se lleva a cabo en el Fulton Market Building en Manhattan.
Karjakin ganaba 5 a 4, y había dejado escapar una posibilidad de victoria en la 9ª partida jugada el miércoles, y anoche, en la 10ª, como conductor de las piezas negras tuvo a su alcance en el movimiento N°20, una secuencia de jaques perpetuos que conducían al empate.
Pero cuando todo presagiaba, que el desafiador ejecutaría la variante que le brindaría la igualdad y con ella mantendría la diferencia a su favor en el marcador, nada de ello sucedió. En dos ocasiones pasó por alto la variante y con ello se esfumó su posibilidad. Y en este nivel de exigencia esto se paga duramente. En el caso de Karjakin, con la derrota.
Parte de la fuente: lanacion
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