El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, mostró en una intervención pública su desconocimiento sobre el ajedrez en su país. Sucedió en un mitin en Ambridge, estado de Pensilvania, el lunes día 10 de octubre de 2016. Cuando estaba criticando los acuerdos comerciales internacionales de Estados Unidos con países del Pacífico, señaló que es como si se tiene que ser maestro de ajedrez “y nosotros no tenemos ninguno de ellos”.
Este comentario fue reproducido por la comunidad ajedrecística del país provocando la ira y la burla en las redes sociales. Así, le recordaron que el término correcto no es maestro sino gran maestro, otorgado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, siglas en francés). De hecho Estados Unidos tiene 90 grandes maestros, hombres y mujeres, ocupando el tercer puesto del mundo. Aproximadamente se calcula que más de 30 millones de estadounidenses juegan al ajedrez.
También le recordaron que recientemente Estados Unidos se proclamó campeón del mundo de ajedrez tras casi 80 años de no ganar el oro en las Olimpiadas de Ajedrez que se celebraron el pasado mes de septiembre en la capital de Azerbaiyán, Bakú. Muchos aprovecharon para quejarse que no se difundiera lo suficiente este triunfo en el propio territorio estadounidense. De hecho, uno de los cinco jugadores ganadores, Hikaru Nakamura, reseñó en una red social tras el comentario de Trump, “qué vergüenza en todos los niveles”.
El excampeón del mundo Gari Kasparov, autoexiliado en Nueva York desde 2013, y quien había criticado previamente los peligros que supondría un triunfo de Trump en las presidenciales en unas declaraciones a la CNN, “la victoria de Trump podría poner en peligro no sólo la democracia en este país también la democracia en el mundo. Es un agente perfecto del caos”, escribió también en una red social, “es un orgullo ver como Trump sabe tan poco de ajedrez, como de todo lo demás”.
Además, parece ignorar otros datos importantes empezando porque su propia sede, un rascacielos en Manhattan, la torre Trump, se barajó por parte de la FIDE para el campeonato mundial de ajedrez que comienza el próximo mes en Nueva York, del 11 al 30 noviembre entre el noruego Magnus Carlsen y el ruso antes ucraniano Sergei Karjakin. Finalmente se decidió por el el reconstruido mercado Fulton, en la zona histórica del distrito South Street Seaport, en el bajo Manhattan. Se trata de la antigua lonja de pescado, un sitio histórico y paisajístico, que durante casi 200 años fue la segunda más grande lonja del mundo tras Tokio y que en 2005 se trasladó al Bronx.
Precisamente hace escasas fechas se celebró el 40 aniversario del Día Nacional del Ajedrez en Estados Unidos. Fue el expresidente Gerald Ford (1913-2006) quien designó como Día Nacional de Ajedrez el 9 de octubre de 1976, “para dar un reconocimiento especial a un juego que genera desafío, estimulación intelectual, y disfrute de los ciudadanos de todas las edades”. Se hizo eco de varias peticiones de grupos que le escribieron una carta solicitando una proclamación de dicha actividad conmemorativa.
Fue solo cuatro años después de que Bobby Fischer (1943-2008) fuera declarado campeón del mundotras lo que se dio a conocer como ‘match del siglo’ en la capital islandesa, Reikiavik. Durante años, cada segundo sábado de octubre se celebraba el Día Nacional de Ajedrez por el Congreso de Estados Unidos.
Desde 1976 se fue celebrando todos los años, pero poco a poco perdió importancia y ya no se celebraba con carácter oficial. Pero en los últimos años se retomó y así, cada segundo sábado de octubre se celebra el Día Nacional de Ajedrez, en 2014 fue el 11 de octubre, en 2015 el 10 de octubre y este año el 8 de octubre. También el Congreso de Estados Unidos declaró a San Luis como la capital del ajedrez de la nación, donde existe un Museo del Ajedrez.
Por último, Trump parece no haberse enterado de la polémica iniciada por la gran maestra y campeona femenina estadounidense Nazí Paikidze, con su campaña contra la obligatoriedad del hiyab en el campeonato de mujeres a celebrar en Irán y que ha recibido el apoyo expreso del propio presidente de la Federación de Estados Unidos de Ajedrez, Gary Walters y de su compatriota y gran maestra Jen Shahade. Sin duda, son demasiados datos sobre el ajedrez de su propio país para Trump.
Fuente: periodistas
