El ajedrez, además de utilizarse como herramienta educativa, también puede suponer una mejora en la salud de las personas y asimismo ha entrado en los hospitales. Entre los múltiples beneficios se encuentran la mejora de la capacidad de concentración, colabora a desarrollar la memoria, ayuda a mejorar el desempeño en matemáticas, es una muestra de igualdad porque no hay diferencias por sexo, idioma o creencias religiosas, estimula una sana competitividad y previene enfermedades neurodegenerativas.
En este sentido, “hay estudios que se han hecho sobre la influencia positiva en contra de las enfermedades neurodegenerativas, por ejemplo el Alzheimer es una enfermedad que ningún ajedrecista ha padecido. No se detectaron en jugadores de ajedrez con lo cual está demostrado que la práctica lo previene en gran parte”, según el gran maestro internacional argentino, Pablo Zarnicki.
Ahora, el hospital de clínicas de Unicamp, en la ciudad universitaria en Campinas, Brasil, está utilizando el ajedrez para el tratamiento de pacientes que han sufrido accidentes cardiovasculares.
Los juegos son controlados por medio de movimientos corporales y ya han sido practicados por personas hospitalizadas de entre 45 y 70 años. Desde el hospital manifiestan que este proyecto es una forma de buscar una recuperación, porque el juego combina el esfuerzo mental y el físico ayudando a la rehabilitación neurológica así como a la recuperación de las habilidades motoras. Aclaran que esta iniciativa es complementaria a la fisioterapia tradicional, funcionando como una terapia aliada al tratamiento a los pacientes.
Este profesional médico ha coordinado varios grupos de terapeutas que utilizan el ajedrez como herramienta de rehabilitación cognitiva para drogodependientes en proceso de recuperación y con personas con trastornos mentales.No es la primera relación del ajedrez con temas de salud, así, a finales de mayo de 2017 el psiquiatra y director médico de la red de Salud Mental de Álava, Fernando Mosquera, destacaba la práctica del ajedrez como herramienta terapéutica que permite a pacientes con problemas cognitivos aumentar su rapidez mental, controlar sus impulsos y mejorar sus relaciones sociales. Mosquera intervino en Logroño en una mesa redonda en la segunda edición de ‘Ajedrez para todos’, organizada para difundir su práctica y fomentar sus valores.
El ajedrez, frente a otras actividades de rehabilitación, tiene unas ventajas que considera “muy interesantes”, como que es una actividad “muy divertida” y posibilita que el paciente se “automedique y siga rehabilitándose” si continúa jugando con posterioridad a la terapia de rehabilitación.
Además, apuntó que el juego es una herramienta “muy versátil”, porque permite trabajar diversas habilidades, como memoria, cálculo, planificación, control de impulsos y ejecución, en función de cómo se enfoque.
Los pacientes del Centro de Orientación y Tratamiento de Adicciones (COTA) de Vitoria que han jugado al ajedrez como parte de su terapia han mejorado su secuenciación y planificación, su capacidad de abstraer y también su velocidad de acceso a las palabras.
Además, han logrado un mejor control de impulsos y este juego les ha ayudado a que se adhieran mejor al resto del tratamiento y a cumplir las indicaciones de los terapeutas, ha precisado este psiquiatra.
Mosquera organizó en 2014 un grupo de terapia a través del ajedrez, tras conocer la iniciativa desarrollada por el psicólogo Juan Antonio Montero, quien la emplea en la comunidad terapéutica ‘La Garrovilla’ de Mérida (Badajoz).
Fue reconocido en 2016 con el primer premio en el mayor congreso a nivel europeo sobre aplicaciones sociales y educativas del ajedrez, la London Chess Conference; congreso de ajedrez educativo y social en el que participaban más de 120 equipos de 30 países.Hay otra iniciativa en nuestro país, ‘Ajedrez y TDAH’ (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) que nació en 2012, en colaboración con el hospital general de Collado Villalba, en Madrid, basado en la utilización del juego para corregir los síntomas del TDAH, que afecta a un 5 % de la población.
A los chicos con déficit de atención o hiperactividad el juego les ayuda a concentrarse mejor e incluso a reducir su medicación. El equipo de Collado Villalba incluye psiquiatras y monitores de ajedrez.
Niños diagnosticados con autismo, síndrome de Asperger y otros trastornos también pueden beneficiarse del juego. Algunas lecciones son físicas, con tableros gigantes sobre los que los niños caminan y hacen de piezas. Esto aumenta la autoestima, mejora la capacidad psicomotriz y construye relaciones con los compañeros a partir de la lealtad, la responsabilidad y la cooperación.
Las piezas no pueden obrar un milagro y el ajedrez tampoco es válido para todos los niños, “hay casos graves con los que nuestro método tampoco ayuda” aclara el árbitro internacional, monitor y presidente del club de Ajedrez 64 Villalba, Luis Blasco, quien añade, “el ajedrez ni hace milagros, ni quita medicación pero ayuda a mejorar”.
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Fuente: periodistas