Huancaíno terminó tercero en Panamericanos de Colombia 2015.
Todo campeón debe enfrentarse a la adversidad. Es el caso de André Sebastián Pariona Larrota, un niño de 11 años que estudia en el primer grado de secundaria y que, pese a su destreza especial para el ajedrez, siempre tiene que solicitar ayudas y auspicios para cubrir los pasajes que lo llevarán a representar a nuestro país en torneos internacionales.
La habilidad de André con el tablero lo convirtió en julio pasado en 3er lugar en los Panamericanos de Ajedrez 2015 en Cali, Colombia. Ya antes, en el 2014, se coronó campeón nacional en juego clásico. Pero para llegar hasta donde está, siempre tuvo dificultades. Siempre le faltaban pasajes, viáticos o dinero para las inscripciones a México, Uruguay, Brasil, Colombia y Bolivia, países en los que ha concursado y siempre tuvo logros.
Ahora, André y su mamá, Claudia Larrota están en el nuevo trabajo de buscar apoyo para ir a Grecia este próximo octubre, a participar del mundial de ajedrez juvenil FIDE 2015 en la ciudad de Porto Carras, Halkidiki que se realizará del 26 de octubre al 6 de noviembre.
HÁBITO. La rutina de André, esforzada para un niño de su edad, consiste en levantarse a las 5 de la mañana y practicar hasta la hora de ir a la escuela. Lo hace desde los 7 años, cuando a través de un tío suyo entró a un club de Ajedrez. Tiene libros de ajedrez pero no tiene un profesor que cobra desde 50 soles por hora.
Con los años, André supo madurar su estilo y sus técnicas. Ha estudiado mucho al ruso Garry Kasparov y al peruano Julio Granda, grandes maestros del arte del tablero. Mi juego es ofensivo en muchos casos, pero siempre me cuido de tener piezas disponibles para la defensa, explica su técnica. Su pieza favorita es la dama, porque es la pieza que tiene todos los movimientos, pero también le gusta la torre, por sus movimientos largos y cortos.
Su madre, Claudia Larrota, confía en que empresas e instituciones puedan ayudar a su hijo a conseguir mayores logros. »Cualquier apoyo pueden comunicarse al 942437357, hemos tratado de conseguir lo que podemos para inscribirlo, pero hay gastos que no podemos solventar», indica. Al escucharla, André asegura que el ajedrez no es para personas pobres, porque su madre y su familia han tenido que redoblar esfuerzos para llevarlo al mundo a competir.
Como pocos niños, André es un estudiante talentoso. Le gustan las matemáticas y destina la mayor parte de su tiempo a estudiar las movidas que lo llevarán al triunfo sobre su oponente.
Fuente: diariocorreo
