A los 47 años, acaso, en el último tercio de su carrera profesional en el alto rendimiento, el fantástico ajedrecista ucranio, Vassily Ivanchuk se dio un gusto por partida doble: se adjudicó -por mejor sistema en el desempate-, el Mundial en la especialidad de partidas Rápidas (a 15 minutos por competidor) y relegó del sueño de la triple corona al campeón de las dos última temporada, 2014 y 2015, el noruego Magnus Carlsen -de 26 años, y que posee el título mundial de la modalidad clásica- al que, además, derrotó en el duelo individual de la 7ª rueda.
Así, Ivanchuk , el ruso Alexander Grischuk (campeón mundial de la especialidad blitz 2015) y Carlsen, -ocuparon en ese orden el podio- culminaron con 11 puntos su actuación en el certamen que se llevó a cabo en Doha (capital de Qatar), y que se disputó por sistema suizo a 15 ruedas, con la participación de 106 jugadores, entre ellos 4 argentinos: Federico Pérez Ponsa (74°), Diego Flores (75°) y Sandro Mareco (76°), todos con 7 unidades, y Alan Pichot (77°), con 6,5.
Tras la ceremonia de premiación, en la que Ivanchuk embolsó el premio de u$s40.000 por su labor, Magnus Carlsen tuvo palabras de felicitaciones y agradecimientos para el flamante ganador.
«No hay mucho por decir; sólo puedo felicitar a Ivanchuk por el resultado alcanzado; él se merece este éxito. Hace 30 años que nos está dando clases de ajedrez», dijo el joven noruego que hace un mes defendió exitosamente su corona clásica ante el ruso Sergey Karjakin en Nueva York.
Sin dudas que el reconocimiento a Ivanchuk es unánime; la fuerza de su juego y talento no tiene lugar a dudas. Su punto débil ha sido el control de su sistema nervioso (en 2003 no soportó la tensión de ser considerado favorito y perdió el match por el título mundial ante su compatriota, Ponomariov, un rival de menor fuerza) y lo que despierta mayor simpatía son algunas de sus excentricidades.
Durante un torneo en Wijk Aan Zee a fines de los noventa, Ivanchuk ejecutó su jugada y esperó pacientemente la respuesta de su rival, de ella dependía la suerte de la partida, sólo una jugada salvaba a su adversario de la derrota. Tan grande fue la demora en la respuesta que Ivanchuk se levantó de la mesa y comenzó a caminar por el salón de juego, sin dejar de mirar el tablero. En el momento que pasó caminando junto al escritorio del árbitro, observó que en la mesa se hallaba un gong (un instrumento de percusión con el que se llamaba la atención de los jugadores para dar el comienzo de la rueda), en pleno silencio de la sesión de juego de ese día, el ucranio, tomó la maza y la golpeó contra el disco con el que descargó toda su tensión. Todavía se oyen las risas.
Por si hiciera falta agregar algo más sobre su genio frente al tablero (campeón Juvenil de la URSS 1984, campeón Europeo 2004, ganador de cuatro medallas doradas en olimpíadas -dos con Rusia y dos con Ucrania-, N°2 del mundo en 1991 y 2007, ganó 3 veces Linares y fue campeón mundial blitz en 2007), Vassily Ivanchuk, se trata del único ajedrecista del planeta que tiene score favorable sobre Magnus Carlsen, el indiscutido N°1 del mundo desde 2010.
El análisis de la actuación de los argentinos, curiosamente, Pichot (que sumó medio punto menos que el resto de sus compatriotas, 6,5 contra 7) ha sido el de mejor performance. Jugó con 15 grandes maestros, uno en cada rueda, todos con mayor fuerza Elo, y sin embargo venció a seis de ellos, empató con uno y perdió el resto de las partidas.
«Me gustó como jugué me evalúo con un bueno. Aunque la posición final no ayude, porque en un torneo suizo perder las dos últimas te lleva muy abajo en la tabla. No obstante el resultado lo mido por la fuerza de mis rivales y ahí estoy muy conforme», contó Pichot a La Nación, desde su habitación en Doha.
Sobre su visión de la victoria de Ivanchuk, el ex campeón mundial Sub16, dijo: «Es muy merecido; Ivanchuk jugó un gran torneo y jugó con todos. En estas competencias los maestros son muy irregulares, a un gran día le sigue otro no tanto. Pero acá no pasó así, él no levantó el pie del acelerador y jugó en gran nivel, incluso se dio el gusto de ganarle a Carlsen».
Por su parte, Federico Pérez Ponsa, representante del Club Obras-Aysa, contó su experiencia. «El balance de mi actuación no me deja conforme, ayer tuve un gran día y hoy no fue así. Muy irregular y los Elo (medición del ranking de los jugadores) engañan mucho; perdí con un chico de 2200 puntos pero que hizo performance de 2600». Y sobre la victoria de Ivanchuk, dijo: «Impresionante el nivel que demostró, un justo ganador porque le ganó a todos los que peleaban ahí arriba. En lo personal me queda ese sabor de haberlo tenido al borde de la derrota en la 1ª rueda, pero me queda el consuelo de haber hecho una gran partida ante el campeón (risas)».
En tanto, el campeón argentino Diego Flores hizo su reflexión del torneo. «No estoy conforme con el resultado, lo mejor fue haber enfrentado a Carlsen. El puntaje de los argentinos es mentiroso, sin dudas Alan y Federico fueron los mejores por la calidad de sus rivales; Sandro y yo nos quedamos más abajo». Con relación al próximo compromiso, el Mundial Blitz que arrancará mañana con 11 ruedas y otras once el viernes, Flores agregó. «Ahora nos queda descansar y ver que pasará mañana con el blitz, son partidas muy rápidas a 3 minutos y tengo el pálpito que a Alan y a Federico les puede ir mejor. Convivir con los mejores del mundo te permite verlos, escucharlos y entonces te das cuenta que también sufren y se equivocan. No son invencibles».
Hoy comenzará el Mundial Blitz, con partidas a 3 minutos más un adicional de dos segundos desde la jugada inicial para cada competidor. El ruso Alexander Grischuk es el último campeón en esta especialidad.
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