Amigos:
Entre las noticias luctuosas de el año ajedrecista que se fue, el 5 de junio de 2016 falleció el gran maestro más débil en la historia, el indonesio Herman Suradiradja, a los 69 años, con un Elo 2170.
El Elo más alto que ostentó fue 2380, mas luego de exponerlo en los torneos bajó al punto que nunca más regresó más allá de los 2299. La forma dudosa de cómo este competidor -obsesionado al extremo por el título de GM- logró las dos normas, la refiere el australiano Ian Rogers en un obituario lapidario: «La maldición del título de gran maestro».
«REMI» DEL JUEZ MOTU PROPRIO
En 1972, en la Olimpiada de Skopje, Macedonia, tuve el «honor» de jugar con este histórico personaje en el 4° tablero del duelo Perú-Indonesia. La partida fue una Siciliana teórica hasta que se me acabó el libro y cometí un error con las negras. Él sacó ventaja de posición y, jugadas más tarde, hube de sacrificar una calidad para dinamizar la defensa. Para mi fortuna, no supo capitalizar su ventaja y capturé peones compensatorios de cara al final. En un determinado momento, ocurrió algo insólito. Repetimos jugadas y el árbitro auxiliar, que seguía de cerca el juego, motu proprio decretó «Remi» (empate, en idioma serbio), sin que ninguno de los jugadores lo hubiera solicitado. Mi rival, en un gesto de orgullo, hizo como que reclamó, pero el juez que no cejó. Al final, mi oponente, viendo sobre todo que su posición ya nada prometía, me dio la mano.
Venturoso 2017, ajedrecistas:
MN Pedro García Toledo
