España.- Antonio Agudelo es un poeta luminoso. Su voz está llena de ovas y ruiseñores, de amaneceres y románticos pantanos donde el agua sostiene el misterio de una luz que sólo Agudelo sabe describir. Hace unas semanas, al comienzo de este año, su poesía reunida ha salido al aire (editorial El sastre de Apollinaire), y quienes la hemos leído hemos sentido que los versos de Antonio son mirlos abrevando en nuestros labios. Tierna, romántica, esbelta y muy profunda, así es la obra poética de Agudelo.
El cielo ajedrez es un libro prodigioso que nos muestra a un poeta enorme, inspirado y verdadero. Por el libro deambulan tórtolas lumínicas, rosales benditos, crepúsculos de agua. Merece la pena adentrarse en este cielo y jugar con las nubes y los versos de Agudelo a un ajedrez mágico, ancestral, donde las piezas son árboles que vuelan, rosas de oro que alcanzan el grado de lo eterno.
Fuente: diariocordoba