El ajedrecista Emilio Córdova le arrebató en diciembre pasado el casillero número 1 del ránking nacional al inacabable Julio Granda. Han pasado tres décadas para que ello ocurra. El mundo del juego ciencia peruano recibió el cambio casi en silencio.
Quienes conocen al camanejo consideran que esta modificación lo motivará para recuperar ese lugar de privilegio que él considera como propio. También señalan que ha sido el mismo Julio quien facilitó ese trueque de posiciones.
En la segunda mitad de 2016 Granda totalizó 2690 puntos Elo, una cifra espectacular para el juego ciencia local. Pero para mantener esa cifra e intentar el salto tuvo que enfrentar rivales de gran fortaleza.
Ahí la curva empezó a moverse con tendencia negativa.
Como se recuerda, Julio realiza su campaña en España, un medio que conoce a la perfección; cuando tuvo que alternar en otros certámenes de mayor exigencia acusó el golpe. En cambio Emilio Córdova actuó en América Latina. Al igual que Granda, para mantener el puntaje alcanzado tendrá que buscar otros torneos de mayor nivel. De él dependerá.
En la lista de la FIDE, Emilio aparece con un Elo de 2655 y en el casillero 100 del escalafón internacional. A nivel de América está en la casilla número 11. Julio, por su lado, totalizó un Elo de 2644, figura en el puesto número 124 del ránking mundial y en el casillero 17 en América.
Detrás de ellos viene Jorge Cori, pero con números que necesitan engordar un poco en esta temporada: Elo de 2612 puntos, puesto número 202 a nivel mundial y número 25 en el continente.
El universo de los 64 escaques posee una gran cantidad de cultores en el país. Proporcionalmente, el Perú puede ser considerado como un país con fortaleza en el juego ciencia. Hay un buen número de Grandes Maestros y el interés se mantiene pese a las deficiencias y problemas de la Federación Peruana de Ajedrez (FPA).
Los entendidos señalan que el estímulo de mil dólares mensuales, que el Instituto Peruano del Deporte (IPD) entrega a los deportistas mejor calificados en diversas disciplinas, complota contra mejores resultados. Consideran que hay una especie de conformismo generalizado. Ganen o pierdan, jueguen o no los deportistas reciben ese estipendio.
Quizá un mejor reglamento favorezca el crecimiento cualitativo de los mejores cultores del ajedrez y amplíen hasta límites insospechados la frontera de un deporte que requiere de muy poca inversión para promoverse y difundirse.
Hasta ahora solo el GM Julio Granda manifestó su rechazo a seguir percibiendo esa suma mensual por sus diferencias con la directiva que encabezó el cuestionado Boris Ascue.
A propósito, este último no convocó elecciones en la FPA e incurrió en una falta que lo debe dejar al margen de esa organización deportiva. El IPD que preside Óscar Fernández tendría que extirpar a esa junta. Es hora que el esfuerzo deportivo de Emilio Córdova, Julio Granda y Jorge Cori tenga correlato también en la parte dirigencial. Feliz Año.
Fuente: cronicaviva