Perú marcó pautas en la Olimpiada Mundial de ajedrez. La Habana (PL).- Sin su mejor jugador histórico, el Gran Maestro Julio Granda, Perú consiguió en la Olimpiada Mundial de ajedrez de Bakú-2016 su mejor resultado histórico en este tipo de lides, al ubicarse en la décima casilla y encabezar a los equipos de Latinoamérica.
La escuadra suramericana, integrada por los Grandes Maestros Emilio Córdova, Jorge Cori y Cristhian Cruz, el Maestro Internacional Deivy Vera y Fernando Fernández, quien aterrizó en la capital de Uzbekistán sin un título reconocido, sumó 16 puntos.
Perú marcó pautas en la Olimpiada Mundial de ajedrez
El acumulado de los albirrojos fue similar al obtenido por el conjunto de la India, ocupante del cuarto puesto, pero por los coeficientes de desempate, los jugadores de la tierra de los Incas cerraron el grupo de elencos con ese saldo.
Los peruanos partían del puesto 34 según el Elo precompetencia y sin la presencia de Granda, peleado con la Federación de su país, nadie apostaba por ellos.
Sin embargo, frente a los tableros colocados en el Crystal Hall fue otra la realidad, y lograron ganar siete encuentros, empatar dos y solo perdieron en dos ocasiones.
Cori, excampeón del mundo en la categoría sub-16, se echó el equipo al hombro con ocho puntos de 10 posibles, que le valió la medalla de bronce en el segundo tablero, Córdova y Cruz aguantaron y lograron el 50 por ciento de los puntos, y Vera acabó con unos meritorios seis de 10.
LEINIER DOMÍNGUEZ, EL PRÍNCIPE DEL PRIMER TABLERO
Si de actuaciones individuales se trata, no puede obviarse la del cubano Leinier Domínguez, quien mereció la medalla de plata en el primer tablero.
Es apenas la segunda presea en la amplia trayectoria de Cuba en este tipo de justas en defensa de la mesa inicial, tras la lejanísima de oro del genial José Raúl Capablanca en Argentina, en 1939, precisamente cuando se iniciaron las incursiones caribeñas en Olimpiadas del juego ciencia.
Domínguez terminó invicto en Bakú, con cinco victorias y cinco tablas en 10 rondas, para totalizar 7.5 unidades y añadir a su coeficiente Elo 15.6 puntos, que le serán sumados en el listado de octubre.
Entre sus triunfos sobresalen los obtenidos contra el ruso Evgeny Bareev, que jugó para Canadá, y el uzbeco Rustam Kasimdzhanov, y también son muy meritorias las tablas conseguidas frente al polaco Radoslaw Wojtaszek, el indio Pentala Harikrishna y el holandés AnishGiri.
Lamentablemente no pasó del abrazo con jugadores menos potentes como el Maestro Internacional turkmeno Yusup Atabayev (Elo de 2453 puntos) o el Gran Maestro sueco Nils Grandelius (2641), que le hubieran permitido coronarse por delante del georgiano Baadur Jobava en la mesa de vanguardia.
No obstante, el caribeño se dio el lujo de jugar para un performance de dos mil 839 puntos, y de finalizar por delante del estadounidense Fabiano Caruana, el campeón mundial noruego Magnus Carlsen o el ruso Sergey Karjakin.
Desgraciadamente, los otros cuatro miembros de la selección cubana tuvieron actuaciones dispares a lo largo de la justa, y por eso la mayor de las Antillas quedó en un decepcionante puesto 25, cuando tenía para mucho más.
En el caso de Cuba en el sector femenino, el resultado colectivo sí fue bueno, al ubicarse en el lugar 18 de la tabla general, con siete matches ganados, uno empatado y tres perdidos, para totalizar 15 puntos.
Aquí la más sobresaliente fue la veterana Gran Maestra Maritza Arribas, quien defendió gallardamente el primer tablero y terminó invicta, con 6.5 unidades de 10 posibles, y añadió 19 puntos para su coeficiente personal.
Gracias a ella el conjunto femenino finalizó a la vanguardia de Latinoamérica, por delante de Ecuador (lugar 27) y Perú (28).
En el sector varonil se coronó Estados Unidos, por primera vez desde 1976, y entre las damas China dominó ampliamente.
(*) Periodista de Prensa Latina; lemay@prensa-latina.cu
Fuente: prensalatina