Las Vegas, Estados Unidos.- Justo después de que el mundo del ajedrez miraba hacia Nueva York, donde Magnus Carlsen sufría para revalidar su título ante Sergey Karjakin, el estadounidense de origen uzbeko Timur Gareyev no miraba a ningún lado, extraña virtud que le ha permitido superar el récord de partidas a la ciega. Hace tres años contábamos aquí que iba camino de la plusmarca, que ha conseguido en Las Vegas, ante 48 rivales a la vez. Ganó 37 partidas, entabló siete y perdió seis, según informa ChessBase, suficiente para inscribir su nombre en los libros de historia. Esta exhibición de memoria, celebrada el pasado sábado, 3 de diciembre, duró cerca de veinte horas.
El gran maestro jugó con los ojos vendados y montado sobre una bicicleta estática, actividad que parece ayudarle a mantenerse activo y concentrado. Lo más curioso es que a los diez minutos de emprender su hazaña, una alarma de incendios interrumpió la sesión, según cuentan en F. Sports. Gareyev no se quitó el vendaje en ningún momento. Tampoco era su cabeza la que estaba ardiendo, algo que no habría sorprendido a nadie. Cuando paró el ruido, todos volvieron a sus puestos y el jugador siguió jugando como si no hubiera pasado nada. Su cerebro seguía recordando la posición y el número de tablero de cerca de 1.500 piezas.
Nacido en 1988, Gareyev llegó a empatar por el primer puesto en el campeonato de Uzbekistán, antes de cambiar de nacionalidad. En febrero de 2013 su Elo se acercaba a los 2.700 puntos y era el número 68 en la clasificación de la FIDE, pero en los últimos tiempos ha estado más centrado en sus demostraciones de partidas simultáneas a la ciega, que le han permitido entrenarse para este impresionante récord. En la actualidad mantiene 2615 puntos y está entre los 200 mejores.
El objetivo de Gareyev es alcanzar las 64 partidas simultáneas sin ver los tableros ni las piezas. Parece una locura inalcanzable, pero quién sabe dónde están los límites de su privilegiada cabeza. En tiempos no muy lejanos, la la Unión Soviética llegó a prohibir a sus grandes maestros que practicaran esta modalidad de ajedrez, que puede llegar a producir un agotamiento peligroso. El argentino Miguel Najdorf, que tuvo el récord durante décadas, pasó varios días hospitalizado después de enfrentarse a 45 jugadores en 1947, en Sao Paulo. En un bonito homenaje, uno de los rivales de Gareyev ya jugó entonces contra Miguelito. A sus 92 años, Luciano de Nilo Andrade ha logrado el récord de participar en ambas plusmarcas.
En realidad, jugar una partida sin ver las piezas no están difícil como le parece a los no iniciados, pero mantener un circo de casi cincuenta pistas en marcha es algo heroico. El récord anterior estaba en manos del alemán Marc Lang, quien jugó contra 46 rivales durante 21 agotadoras horas. En estos casos, para que el récord se homologue, es necesario que los rivales tengan cierto nivel. También hay que lograr un mínimo de puntos. No basta con perder mil partidas simultáneas, por supuesto.
Fuente: abc
