Finalizando Gibraltar 2017, uno de los abiertos de ajedrez más importantes del mundo, el Maestro Internacional argentino Leandro Krysa conquistó la tercera y definitiva Norma de Gran Maestro, sumando así el título más importante de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés) y filtrándose en el selecto tren de los mejores ajedrecistas nacionales de la historia.
Argentina tiene un nuevo Gran Maestro de Ajedrez, no muchos lo han logrado. Incluso excelentes ajedrecistas de nuestra historia, con importantes competiciones en su escudería se han quedado con las ganas de cruzar la frontera más fuerte de los escalafones de la FIDE. Es que con el empate del día miércoles frente al GM polaco Piorun Kacper de 2651 ELO, Krysa se aseguró la tercera norma. Fue luego de un torneo en Gibraltar a 9 rondas, en el cual terminó además con una performance de 2613 de ELO y con resultados fantásticos como las tablas con Fabiano Caruana (actual número dos del mundo) o con Veselin Topalov (ex-campeón mundial), entre otros.
Krysa comenzó a jugar al ajedrez a los siete años, su primer profesor fue Iacov Shenkman, en la sala de ajedrez del Club Sociedad Hebraica Argentina. Pasó por otros profesores y entrenadores, como Gustavo Aguila, y desde tempranos momentos fue forjando el estilo posicional y sólido que caracteriza su juego. Su formación se desarrolló al calor de la oferta de circuitos deportivos, entre torneos escolares y federativos. Fue campeón argentino de su categoría, ganó los torneos “Peoncito” en Junin, Provincia de Buenos Aires y participó en altas competencias en clubes tradicionales de la capital y otras ciudades.
Conocido y querido jugador de ajedrez argentino, Leandro se destacó también en campeonatos internacionales y Panamericanos, ganando certámenes que le permitieron escalar posiciones en el ranking internacional y fortalecer sus títulos. Pero, aún así, probablemente el recién terminado Gibraltar Masters se trate de su actuación más espectacular.
Tirarle un caño a Messi y salir jugando
En el marco de los festejos por haber conquistado este título, es una posibilidad perder de vista cómo logró lo que logró con las partidas que jugó. No se llega a ser Gran Maestro todos los días, pero tampoco da lo mismo el camino.
Es que en un torneo de 9 partidas, y luego de haber ganado la primer ronda, la segunda le tocó nada más y nada menos que contra el mejor jugador del torneo y número dos del mundo, el Gran Maestro estadounidense de 2827 de ELO Fabiano Caruana. Jugando Krysa de blancas un sólido peón dama, no le permitió a Caruana tomar la iniciativa en ningún momento de la partida. El argentino logró acorralarlo desde la apertura y de este modo el número dos tuvo que adaptarse al juego que proponía Leandro.
En la siguiente posición correspondiente a la partida mencionada, y luego de una serie de jugadas que manifestaron un profundo sentido de la posición por parte de Krysa, las blancas acaban de jugar 21.f6, amenazando desagradables jaques en la columna g1 con su torre y descubiertos luego con su alfil. Ahora le toca jugar a Caruana, quien lleva las piezas negras, ¿cómo se habrá defendido?
Este empate, la partida jugada en la ronda siguiente contra el búlgaro Veselin Topalov, y el resto de los fuertes enfrentamientos no hacen sino confirmar que Krysa se encuentra entre los mejores ajedrecistas nacionales. Por su enfoque armónico del juego, su estilo posicional, pero también el cálculo y el olfato táctico (como demostró en la partida contra Caruana), Leandro se ganó definitivamente un lugar en la historia y un sello distintivo dentro del ajedrez nacional, pero también latinoamericano.
En un contexto de torneo, si estás en la sala de juego, te levantás de la silla antes de comenzar la siguiente ronda para ver el fixture y te encontrás que te toca medirte con un jugador que preferías evitar en la tabla de posiciones, ya sabés; sentate a jugar tranquilo, respira hondo y aprovechá para aprender lo más posible de la partida que te toca jugar con Krysa.
Ariel Tokman, maestro FIDE – @soytokari
Foto: Sophie Triay
Fuente: Notas
